Toca mi corazón, y besa sus palabras, recordando que, la pasión es incompatible con la razón.
Parte de mi alma, sigue contigo
atado a mis mejores recuerdos,
y por más que quiero guardarlos
en el cajón de mis secretos,
se escapan gritando a voces que,
el tiempo vivido, no se puede guardar,
no se puede perder,
no se puede olvidar, ni hacer perecer.
Parte de mi corazón,
sigue agarrado a tu cuerpo y se niega a latir
si no te tiene dentro.
Y así, es imposible vivir.
Es imposible sentir.
Es imposible olvidar.
Es imposible llorar lágrimas azules
como tus ojos siempre abiertos.
Parte de mis letras, se niegan a correr por el papel,
y abrazadas a cada punto, a cada coma,
se vuelven unidas y no dicen nada si no estás tú.
Parte de mi vida, se queda contigo,
pase lo que pase. Sea noche o sea día,
cada paso que dé mi sombra, será a tu lado,
cosidas mis alas a tu cuerpo blanco,
azul, verde, amarillo,
y desde lo más alto de mi cuerpo te digo…
Parte de mi alma, parte de mi corazón,
todas mis letras que son parte de mi vida,
se quedan contigo.
Tinta nueva, como sangre que brota,
como viento fresco y nuevas ideas,
nuevas letras que unidas, una tras otra,
hacen que mi corazón vuele alto y rápido
como el color en primavera.
Como las lágrimas en busca de tus labios.
Como mis dedos en busca de tu cuerpo, blanco y salado.
Con la pluma en mis manos, me siento guerrero y,
blandiendo la espada conquisto tristezas,
tiempo pasado y malos momentos
sacados a sangre y fuego.
Papel, pluma y pensamientos que no paran
buscando letras que se abracen, se reproduzcan
para recoger sus frutos cuan inmortales deseos.
Papel infinito si está limpio de ladrones y malos momentos.
Escribo y escribo lo que me sale de mis adentros,
tomando tinta del pasado, del futuro,
sabiendo que cualquier fuente me hará sentirme ahogado
y, como un obseso, no puedo parar de luchar yo,
mi pluma, mis letras y mis dedos.
Suena el amor como la lluvia.
Primero te moja, luego te seca.
Como el sol, primero sale a tu encuentro, y te ilumina,
después se oculta y te deja solo junto a tu sombra.
Como un saludo en forma de hola,
de palabras de amor enlazadas de la A a la Z.
Después, por sorpresa, llega un adiós que,
sin recibo ni factura te deja en el cajón de las deudas,
en ventana a la que reclamar el amor perdido que,
sin sentido, te hace olvidar archivando cada beso,
cada abrazo, cada noche de sexo seguido de eso,
que todos sabemos y, cuando te das la vuelta,
entre las sábanas blancas como las nubes de otoño,
te das cuenta que la primavera voló en busca
de la próxima estación.
Dejándote sólo, seco y vacío en la estepa de tu cama,
esperando llegue el sol de mañana
y se cuele por tu ventana, con la esperanza
de volver a empezar, sabiendo de antemano,
que con la misma piedra, volverás a tropezar.
Mas allá del amor, mas allá del dolor.
Mas allá del Sol, mas allá del rencor.
Allí, estás tú.
Mas allá del saber, que contigo
amaneció mi vida, sentí
el calor del Sol y el frescor de la lluvia.
Aprendí a cerrar los ojos cada noche en vela,
para no ver tu rostro y enamorarme de quien eras.
Mas allá de escuchar tus pocas palabras
sin incluir de la A a la Z,
aprendí a decir te quiero, besar tu boca
y acariciar tus praderas.
Mas allá de lo que viví,
mas allá de lo que morí
sin saber que contigo muero,
pero más muero sin ti.
Mas allá de saber que el tiempo pasa
por delante de mi vida, y de mí se olvida
dejándome en el andén de mi alma
esperando pase de nuevo para agarrarme
a los recuerdos del último al primer día.
Allí estás tú.
La Vida, te pone el camino y tú, pones los pasos. Dependiendo cómo los des, serán cortos o largos.
Qué difícil es vivir contigo.
Qué difícil es vivir sin ti.
No sé lo que digo, pero sí sé lo que viví.
No sé cuánto di por lo que no recibí.
Lo que sí sé, es la factura que pagué.
Qué difícil es vivir contigo.
Qué difícil es vivir sin ti.
Abrir la ventana y entre el viento limpio,
para luego cerrarla dejando la oscuridad dentro
y no encontrar mi sombra ni la voz que me nombra
llamándome sol, llamándome luna.
Llamándome trueno, llamándome lluvia,
mientras no encuentro paz ninguna
que me resguarde de ésta negra lluvia.
Qué difícil es vivir contigo.
Qué difícil es vivir sin ti,
sin que tus palabras llenen mis oídos,
sin que tus labios llenen mi boca
pidiéndome una noche loca
y despertar al tiempo de la brisa
que llega sin prisa para acariciar
nuestros cuerpos desnudos
tumbados sobre la arena
lamentando la pena, porque las olas
se llevarán nuestro aroma
para dejar tu cuerpo de terciopelo
listo para pago y entrega.
Qué difícil es vivir contigo.
Qué difícil es vivir sin ti.
Preguntarle a una persona porqué está triste, es como preguntarse qué es el infinito.
Me basta con una mirada.
Me conformo con una sonrisa.
Me basta con unas lágrimas,
que caminen por mi mejilla,
para sentir que me amas,
que necesitas mi vida.
Me basta una caricia de tus manos,
viajando por mi piel,
para sentirme afortunado,
cerrar los ojos y sentir que soy fiel
a la distancia que recorran tus brazos
y abrazar a lo que más quiero,
que no es ni más ni menos que tú,
hija del Sol y de la Luna.
Del Viento y las Estrellas.
Del Mar y del Río ,
que siempre en sus aguas me lleva,
para dejarme en puerto seguro y querido.
Y en su orilla me espera cada minuto,
cada segundo para ser el primero
que mire a tus ojos, y sentirme vivo.
Mas allá del amor, mas allá del dolor.
Mas allá del Sol, mas allá del rencor.
Allí, estás tú.
Mas allá del saber, que contigo
amaneció mi vida, sentí
el calor del Sol y el frescor de la lluvia.
Aprendí a cerrar los ojos cada noche en vela,
para no ver tu rostro y enamorarme de quien eras.
Mas allá de escuchar tus pocas palabras
sin incluir de la A a la Z,
aprendí a decir te quiero, besar tu boca
y acariciar tus praderas.
Mas allá de lo que viví,
mas allá de lo que morí
sin saber que contigo muero,
pero más muero sin ti.
Mas allá de saber que el tiempo pasa
por delante de mi vida, y de mí se olvida
dejándome en el andén de mi alma
esperando pase de nuevo para agarrarme
a los recuerdos del último al primer día.
Allí estás tú.
Me gusta perder el tiempo, porque es quien controla mi vida
Pierdo el tiempo con quien quiero,
y lo que más quiero me ha hecho perder el tiempo.
Mi tiempo siempre ha sido en presente,
viviendo el presente con quien yo más quiero y,
lo que más quiero me ha perdido en el tiempo pasado
sin saber que estaba viviendo un futuro ya pasado.
Un instante, un suspiro. Un abrir y cerrar de ojos.
Una caricia, un abrazo. Un cerrar los ojos y volar.
Una palabra, una pregunta, una respuesta.
Un recuerdo para recordarte cómo nos conocimos.
Maldigo el tiempo que ha pasado sin haberlo vivido.
Un instante, una señal, un momento nada más.
Oler tu sonrisa y llorar tu ausencia.
Tu nombre no tiene rostro, tu cuerpo color,
tus manos no llegan a tomar todo mi dolor.
Maldigo el amor que no puedes amar
porque amar una sombra es amar a quien
te nombra clavándote una daga de amor.
Y como dice la canción; "si de amor ya no se muere,
más muriéndome yo estoy…"
Junto a mi sombra que no me abandona.
Lo único que me es fiel junto a mis recuerdos, que duermen junto a mí, todas las noches, todas.
Ahora, sé quién eres. Después de soñarte todas las noches, todos los días, todos los años, nueve, desde que hablé con el viento, pidiendo te llegaran mis palabras sin saber que las abrazarías, las besarías sólo cuando llueve.
Ahora sé quién eres, y me aferro a tus letras, a mis recuerdos, a mis momentos pasados y guardados en el cajón de los ascetas
Enemigos de mi corazón bajo llave, esperando abrirlo un día, una noche o cuando llegues a la Z.
Quizá pasen mil días, mil noches, mil suspiros sin reproches, sin saber si podré abrir mi corazón y dejar que vuelen libres mis palabras de amor del alba a la noche.
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